Preguntas sobre tratamientos
Mi hija tiene 2 años 6 meses, solo dice mamá y papá, cuando quiere algo lo indica con su dedo y las pocas palabras que dice son de escasa comprensión. ¿Debe ir al fonoaudiólogo?
Sí, es necesaria una evaluación fonoaudiológica para descartar cualquier otro problema de fondo (déficit auditivo, trastorno del desarrollo, etc.); con la información obtenida se decide si necesita un tratamiento solo de estimulación del lenguaje o un tratamiento multidisciplinario para abordar todos los aspectos deficientes.
Si mi hijo entiende todo, pero no habla bien, ¿Qué debo hacer?
En esto casos, se sugiere una evaluación fonoaudiológica para descartar o diagnosticar un posible trastorno de habla o lenguaje, e iniciar cuanto antes un tratamiento.
Hay niños que pueden presentar un trastorno del lenguaje de tipo expresivo, o un trastorno de habla (generalmente articulatorio) donde no pueden pronunciar ciertos sonidos y por lo mismo, los cambian por otros, afectando su inteligibilidad.
¿Cuándo es necesaria una evaluación Fonoaudiológica en un niño de 2 años?
Cuando observe que su hijo/a:
- Sólo imita el habla o las acciones y no pronuncia palabras o frases de forma espontánea.
- Sólo emite algunos sonidos o dice algunas palabras en forma reiterada y no puede utilizar el lenguaje oral para comunicarse más allá de sus necesidades inmediatas.
- No puede seguir instrucciones sencillas.
- Tiene un tono de voz fuera de lo común (como un sonido nasal o voz ronca).
- A pesar de su edad, resulta más difícil de lo esperado comprender lo que dice.
- Cuando el niño tiene 2 años, los padres o sus cuidadores habituales deben ser capaces de entender aproximadamente la mitad del habla del niño; cuando tiene 3 años, aproximadamente las tres cuartas partes y, a los 4 años, la mayoría de las personas deberían entender lo que dice, incluso quienes no lo conocen.
¿Qué es un trastorno del lenguaje?
Antes de los 3 años no se habla de trastorno del lenguaje, sino de retraso en el desarrollo del lenguaje. Los trastornos de lenguaje, pueden ser específicos o pueden ser secundarios. Los trastornos específicos del lenguaje son aquellos que no derivan de ninguna otra patología o síndrome de mayor importancia. Y los trastornos de lenguaje secundarios, son justamente secundarios en severidad y aparición a otra enfermedad o cuadro que ya presentaba el mismo niño.
¿En qué consisten los tratamientos?
Los tratamientos dependen del tipo de dificultades que presente el niño. Generalmente, comienzan luego de una evaluación fonoaudiológica, y en base a un plan de tratamiento diseñado para resolver las alteraciones de acuerdo a necesidades particulares.
Se trabaja en sesiones de 30 a 45 minutos, con una frecuencia que varía entre una a dos sesiones semanales. En ellas, se trabajan los niveles del lenguaje más afectados por el niño, y de acuerdo al compromiso de cada uno de éstos. El tratamiento se complementa con actividades dentro de la sesión y tareas que se dejan para practicar en casa junto a la familia; de manera, de ir reforzando los contenidos no sólo en una situación.